Valle Ordesa

El valle de Ordesa.

Al NE de la localidad de Torla-Ordesa, y dentro de su término municipal, se encuentra el valle de Ordesa, uno de los sectores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, recorrido todo él por el río Arazas en dirección S y O a lo largo de diez kilómetros, desde su formación en el circo de Soaso, a pie del macizo de las Tres Sorores, hasta su desembocadura en el río Ara, junto al Puente los Navarros, después de haberse reforzado con las aguas de los torrentes que baja de los circos de Cotatuero y de Salaróns. El río va en casi todo su recorrido profundamente encajonado en un fantástico cañón excavado en la parte meridional del valle durante la primera glaciación cuaternaria por un glaciar que descendía del Monte Perdido y que atacó los estratos calizos cretácicos del macizo con una profundidad que en algunos puntos alcanzó los mil metros. Este sector fué el primeroen alcanzar la categoría de Parque Nacional de los cuatro que los componen.
Separa este valle, al N del vecino circo de Gavarnie, el altísimo tramo de la cordillera axial comprendido entre el pico Gabieto Oriental (3.031 m.) y el de Marboré (3.248 m) y en el que destacan de O a E, el Taillón (3.144 m), la Punta Bazillac (2.975 m), la Brecha de Roland (2.807 m, el punto más bajo de comunicación con la otra vertiente), el Casco (3.006 m), la Torre (3.009 m.), y los picos de la Cascada (3.161 m.). Al NE., el macizo de las Tres Sorores forma la divisoria con el valle de Pineta, y al E la Sierra de Custodia con el del rio Vellós. Al S es la sierra de las Cutas la que constituye el deslinde con el valle de Vió. La redondeada mole de Mondarruego, por fin, forma el quicio con el valle del Alto Ara o valle de Bujaruelo, al NO.
Entre la cadena septentrional y el borde del cañón propiamente dicho se escalonan una serie de contrafuertes en dirección NS. Como el que desde el Mondarruego culmina en el esbeltísimo e increíble Tozal del Mallo; el que desde el Taillón se prolonga por el pico Salarons y la Punta del Gallinero; el que desde el Casco va la pico del Descargador, y, finalmente el que desde la Torre y por el collado de Millaris se prolonga hasta la punta de Tobacor y el Arruebo. En cambio, el límite superior del murallón meridional del cañón se confunde con el límite del valle prácticamente.
Es inconfundible, y ha sido reproducido mil veces, la estampa de Torla-Ordesa con su típico caserío agrupado sobre un gran peñón, atravesado por un túnel que da paso a la carretera y encima del cual precisamente se levanta la iglesia parroquial, y todo ello con el impresionante y vertical fondo rocoso del Mondarruego, en la entrada de Ordesa.
Calles y casa son de gran sabor, muchas con tejados de fuertes pendientes y enormes chimeneas troncocónicas, algunas de época medieval, con preciosas ventanas ajimezadas. Cabe mencionar las de la plaza de la Constitución, calle la Iglesia.
Al otro lado del barranco de la Selva sobre el que se sitúa la localidad, siguiendo la carretera en dirección norte a unos 4 kms. se encuentra el famoso puente de los Navarros, sobre el río Ara, a la izquierda de él sale la pista que se inicia en el valle de Bujaruelo y desde este mismo punto se inicia el valle de Ordesa.
Dos kilómetros después, una corta desviación lleva al antiguo Parador Nacional, posteriormente acondicionado como Centro de Interpretación y en la actualidad cerrado; aún continúa la carretera unos tres kilómetros más llegando al paraje conocido como Casas de Oliván, es una gran explanada, en la que hay un edificio para para visitantes con problemas extrasensoriales y poco más finaliza la carretera que un gran parking. A partir de aquí todos los recorridos por el valle han de iniciarse, afortunadamente, a pie. El principal el que va por el fondo del valle, continúo y paralelo al curso del rio Arazas, siendo este recorrido el más visitado del Parque Nacional. Iniciado el mismo desde el parking a unos 2000 metros de éste, junto a un sencillo monumento levantado a la Virgen del Pilar, hay un desvío hacia el circo de Cotatuero, cogemos el otro, el que se dirige hacia Soaso y Cola de Caballo (bien indicado). Por la derecha se continúa hasta el extremo oriental del valle, el llamado Circo de Soaso y de ahí hasta la cascada de la Cola de Caballo.
El cañón de Ordesa fue descubierto por el francés Luis Ramon de Carbonniers y estudiado y amado como nadie por su compatriota Lucien Briet, a quien se ha levantado un sencillo monumento junto al Arazas. Fue declarado Parque Nacional por Real Decreto el 15 de agosto de 1918 para «conservar las belleas naturales del valle de Ordesa para ofrecerlo como lugar de respeto a los árboles, a los animales y a los paisajes». Así es éste uno de los raros lugares del país en que pueden verse multitud de árboles que han muerto de pie. En sus tupidos bosques conviven gigantescos abetos, majuestuosos pinos, alerces, enormes hayas y alamos, así como matorrales de boj arborescente, lentiscos, zarzales, rosales silvestres, frambuesos, etc, sin olvidar, claro es, los característicos chordones o fresas salvajes ni las flores edelweiss en sus alturas. También es rica la fauna, típica de montaña, de este valle, que prolifera y vive tranquila. Recordar a la desaparecida especia del Bucardo o Cabra Pirenaica; son abundantes los ligeros y esbeltos rebecos o sarrios, los cuales frecuentan las más altas cumbres, no faltando gamos, corzos, jabalíes, zorros y ardillas, aparte de la innumerable fauna menor. No es raro darse de narices con estos bellos animales se interna uno por los bosques y canchales en solitario y en silencio.
Otro de los grandes atractivos del Parque es el gran número de cascadas que jalonan el accidentado curso del Arazas, aparte de las de su principal afluente, el Cotatuero. Esta son desde el puente de los Navarros hasta el fondo del valle de Ordesa: Las dos primeras son las del Arco Iris y Molineto, a la que sigue la de La Canal y la llamada Tamborrotera. Del circo de Salarons se precipita la de Carriata o de «La Reunión» y de los barrancos de las Ollas y de Arripas, las que llevan respectivamente estos nombres, así como la bonita cascada de la Cueva.
La más impresionante y bella, que salta un desnivel de 100 metros es la cascada del Estrecho o Chordonal, que ofrece maravillosas perspectivas. Cerca ya del circo de Soaso se escalona una de ellas, las Gradas de Soaso, ya en paisaje abierto y maravilloso. Por el fondo de este circo se despeñan las aguas del Arazas, recién nacido en las faldas de Monte Perdido, formando la popularísima Cola de Caballo o cascada «del Abanico».
Como ya se ha comentado son innumerables las excursiones y marchas, de todos los grados de dificultad y duración que pueden emprenderse por esta impar valle y sus inmediaciones: la Faja de Pelay por Senda Cazadores, circo de Carriata y Faja Flores son las mas conocidas.
Mención especial al grandioso macizo calcáreo del Monte Perdido, también conocido de las Tres Sorores junto al Cilindro y el Soum de Ramond, y tener el privilegio de ser visible desde casi todo el Alto Aragón. De él afirmó Ramond, que fue el primero en estudiarlo científicamente y el segundo en conquistarlo en 1802, que «cuando se ha visto a la más hermosa de las montañas graníticas (el Mont Blanc), falta ver la más hermosa de las montañas calcáreas: el Monte Perdido». Se trata de una gran mole que se desprende hacia el SE desde el pico Marboré y en cuya cresta cimera se destacan, con poca diferencia entre sí y de NO a SE, las tres cimas: el Cilindro (3.325 m), el Monte Perdido (3.355 m) y el Soum de Ramond (3.260 m.). Por la vertiente oriental, hacia el valle de Pineta, está suspendido un gran glaciar. Por la vertiente occidental va descendiendo por escalones, entre los que se intercalan amplias terrazas, hasta el borde de los cañones de Ordesa y de Añisclo, mientras que por la contraria lo hace de golpe sobre el circo de Pineta. Sus aguas se reparten entre los valles del Arazas, de Añisclo, de Tella y de Pineta.
Para efectuar su ascensión desde Ordesa se remonta el circo de Soaso por las clavijas de Soaso y se sigue subiendo hacia el NO. hasta el refugio de Góriz (2.160 m), que se alcanza en poco más de media hora. Desde aquí se remonta por el barranco de Góriz hasta el pequeño Lago Helado, desde donde se trepa, en dirección SE, hasta la cumbre final de Monte Perdido por entre graveras y heleros. Es obio hacer hincapié en el magno panorama que desde aquí se domina y que incluye todo el Pirineo Central, y en dias claros llega a distinguirse el mismo Moncayo, como les ocurrió a los hermanos Cadier.

Torla
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